Envases de plástico para alimentos frescos por más tiempo

Los envases termoconformados, aquellos que están diseñados para mantener frescos los alimentos durante más tiempo, son hoy en día un gran recurso para fabricantes y usuarios finales. Es fácil encontrarlos en diversos tamaños y estilos, pero la industria sigue mejorando el producto para conseguir que los alimentos se conserven mejor y por más tiempo.

Envases de plástico termoconformado a medida

El envase de plástico se ajusta al producto y a las exigencias del consumidor. De tal forma, podemos encontrar una gran cantidad de tamaños y estilos adaptados a las necesidades de cada alimento. No hay producto que se resista al envase termoconformado que ya está presente en el mercado: si no existe su medida se adapta para proteger la frescura y las propiedades del alimento. Dichos envases son apropiados para productos frescos, precocinados o repostería, pero también están pensados para toda la gama de verduras y frutas que necesitan protección para su mejor conservación. Como se atisba, la mayor cualidad de estos envases es precisamente la labor de mantenimiento en la frescura del alimento, pero paralelamente también podemos encontrar otra serie de ventajas que no se pueden ni se deben obviar. De tal modo, encontraremos un diseño exclusivo para cada producto, es decir, según el alimento existe un envase termoconformado exclusivo para él. Estos envases, además, suelen ser reciclables, biodegradables y resistentes a impactos, cualidades vitales para dar una mayor protección al alimento fresco.

Fabricación de envases termoconformados a medida

El termoconformado es adaptado al producto a envasar por el fabricante mediante el calor y el frío. La lámina se transforma con el calor para adaptarse al molde diseñado. Los componentes y el proceso de fabricación son realmente bajos, por lo que realizar envases de cualquier tipo es rentable aun siendo en cantidades pequeñas. La empresa alimentaría encontrará de esta forma un envase adaptado a sus necesidades y la garantía de poder entregar su producto lo más fresco posible durante más tiempo. Como resultado, el consumidor final obtendrá un producto sin fisuras en la cadena de envasado y listo para ser preparado con todas sus cualidades y propiedades intactas.