transición hacia la economía circular

Las tres erres del reciclaje más las nuevas tres erres del reciclaje

Las tres R del reciclaje (reducir, reutilizar y reciclar) tienen su origen en una propuesta que Greenpeace como medida para disminuir la generación de residuos y proteger el medio ambiente. Unas directrices a favor de la sostenibilidad, que Japón defendió durante la cumbre del G8 de 2004, haciéndolas llegar a todo el mundo.

Hoy, las tres siguen en plena vigencia (o incluso más que nunca), pero se han quedado cortas a la hora de establecer todo lo que es necesario cambiar, por parte de todos, si queremos mantener el planeta a salvo y vivir en una sociedad más saludable, justa, responsable y sostenible. Por eso, ahora se habla de seis e incluso de diez R.

 

Reducir, reutilizar y reciclar las primeras tres erres del reciclaje

Las tres primeras R son la piedra angular sobre la que se mantiene cualquier estructura que tenga como objetivo la sostenibilidad de cualquier actividad, así como la de la sociedad en su conjunto. Hay que destacar que las dos primeras (reducir y reutilizar) son quizá las más importantes, ya que su puesta en práctica hace posible alargar la vida útil de cualquier producto, para pasar al reciclado cuando ya no sea posible seguir reutilizándolo. Así, estas tres R consisten en:

  • Reducir: cuantos menos recursos y energía utilicemos, menores serán las emisiones a la atmósfera  que emitamos y menor será el consumo de agua o materias primas para la fabricación de cualquier producto. Y, por tanto, será también menor será la cantidad de residuos generados. Este es el primer punto y el más importante, en el tenemos mucho que aportar tanto fabricantes como consumidores.
  • Reutilizar: seguro que todos tenemos algo que ya no utilizamos y que podría tener una segunda vida en manos de otra persona, o a lo que se le podría dar un uso diferente. Y no hablamos únicamente de bienes, sino también de algo tan sencillo como reutilizar el agua que a menudo desechamos (como la de la ducha o la sobrante cuando cocinamos) para regar o fregar, por ejemplo. En un momento en que prácticamente todo es de “usar y tirar”, es una práctica casi obligada.
  • Reciclar: el último paso de este itinerario trata de ser responsables con los  residuos que generamos para tratarlos adecuadamente y reutilizar la mayor cantidad posible en la fabricación de nuevos productos. El objetivo es reducir el uso de materias primas y nuestro impacto medioambiental, así como minimizar la cantidad de residuos que generamos. En la medida de lo posible, se trata de evitar su llegada a los vertederos.

 

Reparar, recuperar y reeducar la nuevas tres erres del reciclaje

Si las tres primeras R del reciclaje son el punto de partida hacia la sostenibilidad, estas nuevas R (reparar, recuperar y reeducar) vienen a ser el refuerzo de aquellas, ahondando en el cambio profundo de mentalidad que es necesario propiciar para que, todo este trabajo, nos lleve a alcanzar nuestro objetivo y no se quede únicamente en un intento de mejora. Estas nuevas R consisten en:

  • Reparar: estamos rodeados de artículos pensados para usar, tirar y volver a adquirir otro nuevo, productos casi imposibles de reparar, y a los que afecta la obsolescencia programada. Así que reparar, siempre que sea posible, es la mejor alternativa al consumo y generación de residuos sin control. De hecho, la UE aprobó en 2020 el “derecho a reparar”, que promueve la fabricación de productos con una mayor vida útil, que sean reparables por el usuario.
  • Recuperar: una vez vista la importancia de reducir en las primeras tres R del reciclaje, “recuperar” podríamos considerarla como su extensión. Consiste en recuperar todos los materiales y recursos que sea posible a partir de residuos, con el fin de tratarlos para poder ser reutilizados. Por poner un ejemplo, reutilizar espumas técnicas para dar lugar a suelos para parques infantiles o deportivos, es una buena práctica de recuperación.
  • Reeducar: esta es una de las acciones más importantes del proceso si queremos que todas las demás tengan éxito y den lugar a un cambio duradero en el tiempo. Por eso es vital consumir de forma responsable, ser conscientes del ciclo de vida de cada producto y abordar unas prácticas más sostenibles y respetuosas con el entorno. 

 

Compromiso con la transición hacia la economía circular de Arapack

En Arapack, como fabricantes de envases de plástico termoconformado para todo tipo de usos, estamos plenamente comprometidos con la transición hacia la economía circular y minimizar, todo lo posible, la huella de carbono derivada de nuestra actividad. Esto lo llevamos a la práctica mediante acciones concretas, que coinciden con las R que hemos visto, como:

  • Uso de la mínima cantidad de materia prima
  • Uso de materiales reciclados y reciclables como el PLA o rPET. En cualquier caso, siempre trabajamos con un porcentaje de entre el 80% y el 100% de material reciclado.
  • Ahorro energético: fabricamos nuestros envases manteniéndolos el menor tiempo posible en las máquinas para reducir el consumo energético y minimizar las emisiones de CO2 a la atmósfera.
  • Recuperar, reutilizar y reciclar: nosotros mismos nos encargamos de separar y compactar nuestros residuos y transportarlo al recuperador de materiales, para que pueda dar lugar a nuevas materias primas.

Reducir, reutilizar y reciclar

Pensar en estas acciones a la hora de idear un producto de cualquier tipo es a lo que se llama ecodiseño, que afecta también a la fase de transporte del producto una vez finalizada su vida útil, así como a su correcto reciclado.

Y, en Arapack, nos sentimos muy orgullosos de que el ecodiseño forme parte de nuestros procesos desde hace tiempo.

Sin embargo, queremos recordar que la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente, es cosa de todos. Los fabricantes y empresas tienen un papel muy importante a este respecto, pero también, como consumidores, hemos de cumplir nuestra parte reciclando de forma correcta y adquiriendo hábitos de consumo responsable. Somos conscientes de que es un camino largo, pero sin duda merecerá la pena.

 

Antes de finalizar queremos darte una estupenda noticia que reservábamos para el final: acabamos de obtener el el sello Aragón Circular, un distintivo de reconocimiento público de empresas, administraciones locales y entidades en general, que pone en valor las buenas prácticas y planes de mejora encaminadas a la transición hacia el citado modelo de economía circular.

Pero queremos seguir avanzando y, ya que contamos con el sello Responsabilidad Social Aragón (RSA), estamos en camino de conseguir el RSA+. En este caso se busca que aquellas empresas que ya tienen el RSA profundicen en la Responsabilidad Social Corporativa mediante un mayor compromiso con la conciliación, la igualdad de oportunidades, la difusión de la cultura, la colaboración con organizaciones sin ánimo de lucro o el compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Muy pronto os ofreceros más información de lo que supone obtener el sello Aragón Circular y RSA+

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